lunes, 27 de febrero de 2012

Defendiendo lo indefendible.

27 de Febrero, feriado por el Bicentenario del Izamiento de la Bandera. Todo el día esperando para escuchar el mensaje de la Presidente de los argentinos, luego de (extrañamente) varios días sin aparecer con sus insistentes mensajes por Cadena Nacional.

Una vez más, debo disentir con varios de los puntos que tocó en su discurso del día de hoy, a mi entender, uno de los peores de los últimos tiempos.

En este artículo, me referiré a varios de ellos, pero partiré de uno de esos puntos: la tragedia ferroviaria ocurrida días atrás. Cristina poca alusión hizo al motivo que convocaba a todos los presentes y a quienes esperábamos su mensaje a lo lejos: la Bandera. Un par de breves menciones a tal enseña patria bastaron para transformar una conmemoración histórica, en una defensa casi personal, una búsqueda de argumentos a lo injustificable. ¿Cómo un Presidente de un país va a relacionar la gente que todos los días va a trabajar y estudiar en tren, con 51 muertos y cientos de heridos en una tragedia ferroviaria? Ese razonamiento poco lógico, falaz, demagogo y desafortunado es aberrante respecto los hechos concretos.

¿Acaso no fueron decisiones políticas las postergaciones al mejoramiento de esa línea de trenes, que circulaba ya en condiciones poco aceptables? Me gustaría que recordemos que las obras no concretadas durante todo este tiempo (no sólo durante los gobiernos del Frente Para la Victoria, pero sí reviste importancia su inacción frente a las excusas de la Presidente del día de hoy).

"El tramo que va desde Caballito hasta Ciudadela debería haber sido soterrado e inaugurado el año pasado. Sin embargo, la obra, ni siquiera comenzó. En lo que respecta al soterramiento,la mega obra se licitó en el 2006, las ofertas se abrieron un año después y en el 2008 fueron adjudicadas. La primera etapa debía ver la luz el año pasado. Incluso, tras el accidente en el paso a nivel de Flores de septiembre último, el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi y el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, habían anunciado el inicio de esas obras para fin de año, pero en el mes de diciembre, el Ministro trasladó la fecha para febrero y, a 6 días de que termine el mes, el inicio sigue siendo un misterio. El otro anuncio realizado y que se encuentra paralizado es la fabricación de 25 formaciones de doble piso, que se adjuridaron en el 2006 y debían completarse en 5 años. A la fecha, sólo se terminaron 4 formaciones y las 21 restantes no tienen fecha de entrega. Pero las vías, que en algunos casos tiene medio siglo, también son objetos de demoras y paralización por falta de pagos. Por ejemplo, la obra de renovación en el tramo Once – Castelar arrancó en el 2008 está paralizada por la falta de pago y de actualización de precios. Igual destino tuvo la cerramiento perimetral antibandálico que se adjudicó hace 5 años y debía estar listo en uno. De esta obra sólo se hizo el 60 por ciento."

Estos datos objetivos demuestran que la inacción de más de cinco años anticiparon las posibilidades de que suceda una tragedia de este tipo. Lógicamente no descarto que un 50% del hecho tuvo que ver con la fortuna, el azar, lo que las personas no podemos controlar; pero el otro 50% no tuvo que ver con otra cosa que con DECISIONES POLÍTICAS, HUMANAS. ¿Cómo la Presidente se anima a hablar de falta de dinero, cuando se gastan miles de millones en Fútbol y Automovilismo para todos, televisión digital pública, netbooks para docentes y alumnos malutilizados? Si esos fondos se invirtieran en el núcleo duro de las necesidades de un país (seguridad, educación, infraestructura de transporte público, creación de fuentes de trabajo), tal vez seríamos un país menos "progre", pero sí seríamos un país más seguro, educado, organizado, más digno, con mayor índice de trabajo formal, con menos clientelismo y facilismos para las personas. Además, claramente las promesas se hubieran cumplido y esta tragedia (que, al haberse podido evitar NO fue un accidente), no hubiera ocurrido.

Creo que nuestra Presidente debería asumir que es humana, al igual que todo su entorno políticos, y que por la condición de tales, cometen errores... y en este caso, hubo un error: obras no concretadas que generaron un mal destino, un 50% por culpa de la fortuna, pero la otra mitad por culpa de estas decisiones políticas. Eso era lo que quería escuchar (y creo que muchas personas más también): un "nos equivocamos". Eso no me hubiera desagradado tanto como me desagradó su discurso de hoy.

Una de las partes más desafortunadas de su mensaje de hoy, fue cuando afirmó no utilizar la demagogia. ¿Qué es la demagogia? "Es una idea política que consiste en apelar a emociones (sentimientos, amores, odios, miedos, deseos) para ganar el apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica y otros recursos".

¿Qué hizo hoy Cristina, sino constantes alusiones a su esposo fallecido, al dolor que siente, a casos particulares de víctimas, a todos los "logros" de su gestión? Demagogia. Eso fue lo que hizo, mientras afirmaba que no era una demagoga. Creo que fue repudiable e innecesario intentar justificar una tragedia con demagogia y una lista de las obras y planes que su gobierno realizó, coincidamos o no con ellos.

También nuestra Presidente se hizo un tiempo para clasificar a los argentinos entre "Los que la quieren y los que no". Personalmente, y si tuviera la posibilidad, le aclararía que gran cantidad de argentinos, entre los que me incluyo, no la queremos ni la dejamos de querer, simplemente, apostamos a otros modelos de país, que no es el que ella lidera, y eso no sólo no está mal, sino que es la base del sistema democrático, que ampliamente recoge nuestra constitución nacional y nuestra base política. Es muy extraño que una persona con su instrucción e inteligencia (además del cargo que posee, producto precisamente de la democracia) no tenga presente todo el tiempo que la diversidad de ideologías, representadas en los partidos políticos, sienta la principal característica del estilo democrático.

Concluyendo, su discurso de hoy me pareció de los peores que ha dado. Se mostró insegura, frágil, sin la simpatía de sus últimas apariciones públicas, pero más allá de eso, el contenido de su mensaje no estuvo acorde al evento que convocaba a los argentinos, ni (más allá de eso) afortunado para las víctimas de la tragedia y sus allegados. Cristina debería recordar que no está ejerciendo de abogada de la Argentina, no es defensora de una postura, sino conductora de un país, y en el carácter de tal, no debe defender y buscar argumentos a lo indefendible, sino tomar correctas decisiones y hacerse cargo cuando las mismas no fueron bien ejecutadas.

1 comentario:

  1. No me había dado cuenta de algunas cosas hasta que las acabo de leer, es un ejemplo lo de su supuesta y conveniente postura en la que no utiliza la demagogia. Muy buen blog

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