lunes, 23 de enero de 2012

Hacer de este mundo, nuestro mundo.

Primer posteo de 2012. Debo reconocer que tardé un poco, pero sinceramente vengo teniendo unos días demasiado light, supongo que producto de un 2011 intenso, movido, que me dejó con ganas de parar un poco y recuperar energías. Pero no estoy hecho para esto, y ya voy sintiendo la necesidad de ir recuperando mi ritmo agitado cotidiano de vida, y es precisamente lo que estoy empezando a hacer.
Lo cierto es que tenía muchas ganas de postear, pero de hacer un post diferente a los últimos... algo un poco más relajado, para disfrutar desde otro punto de vista (porque siempre disfruto de escribir, sólo que de diferentes formas).
Por eso decidí compartir una fórmula que a menudo me trae excelentes resultados. Hay ocasiones que me siento sin fuerzas, que algún que otro problema me atormenta, que me enrosco de tal forma que siento que no puedo seguir. Claro que esos sentimientos son algo efímeros, porque soy una persona que cree muchísimo en la fuerza de voluntad y en que la fuerza para llegar a donde queremos, está en uno mismo... Pero la psiquis a veces es traicionera, y se hacer laberíntica, por lo que me olvido de esa convicción de las más fuertes que tengo, y necesito auxiliarla de algún modo...
Ese auxilio, ese muleto, ese empujoncito que suelo necesitar, lo encuentro de una manera que me llena no sólo de fuerzas, sino que me llena el espíritu, el alma, el corazón: leo historias de vida. Disfruto muchísimo de inmiscuírme en la historia de grandes personalidades que se han enfrentado a adversidades, tal vez, mil veces más tortuosas que las mías, y que sin embargo, han tenido fé ciega en sus capacidades y sus objetivos, olvidando sus limitaciones, y potenciando su confianza en sí.

Una de mis preferidas es la de Hellen Keller, una mujer que la luchó toda su vida, ya que antes de los dos años de edad, quedó ciega y sorda. En un principio, Hellen respondió agresivamente a sus limitaciones, arrojando objetos, con mal humor y mala disposición, su familia practicamente la consideraba un monstruo incontrolable. Sin embargo, y gracias a las personas de su entorno, no se quedó truncada en las cosas que no podía hacer, sino que aprendió a leer y a escribir, con los medios a su alcance, y a la medida de sus posibilidades.
Finalizó la escuela, y comenzó la Universidad, siendo uno de los primeros casos de personas con estas características que logra transitar los pasos universitario: fue precisamente en su época de universitaria, que empezó a escribir sobre su misma experiencia de vida, y logró editar su primer libro. Más adelante, se convirtió en la primera persona sordociega en recibir un título universitario, y luego- junto a su institutriz Anne- emprendió un ciclo de charlas y conferencias para disertas sobre sus experiencias. Si bien sus ventas no siempre fueron óptimas, continuó realizando sus charlas para dar a conocer sus experiencias de vida con el mismo énfasis de siempre. Apadrinó colegios, aprendió cuatro idiomas, creó una Fundación para atender a personas con cegueras y se transformó en paladín de la lucha de las personas no videntes, para que puedan tener mayores oportunidades.
En 1968, Hellen desaparece físicamente luego de haber padecido una serie de accidentes cerebrovasculares, que hicieron que su vida pública fuere cesando. Amén de su desaparición física, Hellen Keller logró constituírse como una de esas personalidades que viven eternamente en el imaginario de todas las personas, y que da vueltas alrededor del mundo, como un ejemplo de autosuperación, de perseverancia, de optimismo y de buena actitud frente a la vida.

Esta historia, la de Hellen Keller, es una de las que a menudo leo cuando siento que el mundo me está ganando y que ya no puedo seguir... ahí es cuando pienso en las adversidades que personas como Hellen han tenido que superar, y aún así, han puesto la mejor actitud en la vida para ver cambiar, aunque sea un poco, el mundo en el que vivimos. En ese momento me doy cuenta que mientras existan este tipo de historias, mi motivación seguirá vigente, y mi mente y mi alma se revitalizarán, pensando que las trabas que uno encuentra, son relativamente grandes, ya que gigantes fueron las limitaciones que Hellen tuvo que saber sortear para ser inmortal como hoy es.

Esta biografía me da un ejemplo de perseverancia y de tenacidad, me enseña que para lo único que existen los obstáculos, es para saber sortearlos, y así lograr nuestros objetivos de vida. Sólo de ese modo, podremos contribuír a cambiar el mundo, como Hellen lo hizo.

Hellen dijo:
"No soy la única, pero aún así soy alguien. No puedo hacer todo, pero aún así puedo hacer algo; y justo porque no lo puedo hacer todo, no renunciaré a hacer lo que sí puedo".
Espero que esta historia les llegue tan profundo como a mí, y haga que tengan confianza en sí mismos, conseguir sortear sus obstáculos y, de ese modo, no apartarnos de nuestros ideales, para aportar nuestro granito de arena para hacer de este mundo, NUESTRO mundo.

3 comentarios:

  1. Pachiiiiiiiiiiiiiiiiii (:24 de febrero de 2012, 7:44

    Me encanto, y un gran ejemplo de vida, voy a robarte lo que dijo para mi estado. Te quiero (:

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Gracias...

... por compartir este espacio conmigo.