Un camino que no termina hoy, ni empieza mañana / Feliz 2012!

Último día del 2011, e inevitablemente es tiempo de balances. Personalmente creo que mañana me levanto después de salir, y voy a seguir siendo la misma persona que ayer, sólo que cronológicamente estaré en un año diferente, es decir, no voy a cambiar radicalmente por cambiar de año, ni creo que cambiar, madurar, crecer, perdonar, olvidar, afianzar sean cuestiones que lleven "un año", sino que para esas cosas, el tiempo es más relativo de lo que de por sí es, y son cosas que se trabajan duro, y que llegan cuando deban llegar, más de cuando uno desee exactamente que lleguen: tienen que ver con un esfuerzo personal sostenido y continuado, que a futuro, dará sus frutos, y nos permitirá ser mejores, pero no con que hoy sea 31 de diciembre, y después de brindar, mágicamente seamos lo que deseamos ser.

Por eso, si tengo que caracterizar este año lo hago como un año de descubrimientos muy grandes, como una parte muy valiosa de un proceso que no nació este año, ni creo que termine el que viene, y que se es el camino de encontrar mi camino en la vida. Creo ir encaminado, pero este año fue un muy buen eslabón de esa cadena con la cual identifico el proceso que anteriormente describí.

Enero de este año fue muy raro, un mes de decepciones, un mes para abrir los ojos y entender que no tengo que forzar las cosas, sino que me tengo que dejar llevar por lo que realmente es. Seguí creyendo que los estereotipos sólamente limitan y que no me gusta "el cuadrito estereotípicamente perfecto", sino aquel cuadro que para mí, en mis circunstancias personales y mi contexto, es el mejor. Febrero mejoró, aunque no fue como esperaba. Siempre con mis verdaderos amigos conmigo. Tengo que aprender a abrirme más con ellos, que son los que más y mejor me conocen, que forman parte de lo más valioso que tengo, que los quiero con todo lo que soy, porque ellos sí saben qué significa ser amigo mío, y saben que les doy lo mejor, siempre, porque lo merecen, aunque pocas veces se los digo. Fuimos a Monte, la deliramos de lo lindo, la CODI en Cinco Saltos en mi tan amado Leoísmo, y Marzo con la vuelta a las cursadas. Realmente no me puedo quejar del año académico, ha sido muy bueno, siempre producto de la constancia y la dedicación que intento meterle. Esa es otra de las cosas que me dejan estos doce meses, la seguridad y la certeza de que el compromiso, el esfuerzo y el trabajo para llegar a las metas, son el mejor camino para lograrlas, y que ante los tropezones, únicamente hay que saber levantarse, poner la cabeza bien alto, y seguir caminando. Los pozos son sólamente partes del camino, que se pueden superar con buena actitud y más de la dedicación de la que estoy hablando.

Después pasaron meses un poco monótonos... Rescato el viaje a las Cataratas con mi mamá y Jime, que son sin duda alguna, lo más importante que tengo. También terminé la Secretaría Distrital, y ahí puedo decir que terminó una parte muy importante de un proyecto Leoístico con mi amigo Clemente, que llegaba a su fin con su Presidencia Distrital, y con él, los dos ocupamos la Presidencia, y pudimos mostrar nuestra manera de concebir el trabajo para y por los Clubes que tanto nos apasiona. Más que un fin, creo que se trata de un volver a empezar... seguramente el Leoísmo me seguirá sorprendiendo, y seguiré encontrando en él tantas cosas y sobre todo, tantas personas tan valiosas como hasta ahora.

Fundamos el Club Leo Bahía Blanca Palihue, un objetivo Leoístico, pero también una misión personal muy grande, que me llena de orgullo y honor.

Voté por primera vez, una experiencia muy interesante realmente, porque "votar" no es simplemente ir y poner un sobre en una urna: es ser consciente de que estamos definiendo el destino de un país con 40 millones de personas. Significó estar atento a la realidad, informarme, instruirme, tener una mirada crítica constructiva... Si bien los resultados no fueron los que me hubieran gustado, ni en Agosto ni en Octubre, aprendí que la pluralidad, el debate y el intercambio de ideas deben estar garantizados en cualquier país, para que sus determinaciones ejecutivas, legislativas y judiciales sean lo más legítimas posibles. Un camino abierto, que recién comienza.

Algunos exámenes, algunas peleas, algunos llantos, el año se fue terminando y me encuentra acá, sentado escribiendo esta entrada fuera de lo normal respecto a lo que suelo escribir, para asegurar que este 2011 fue muy provechoso, porque me deja muchas cosas, tanto de sus aciertos como de sus desaciertos, de las sonrisas y de las lágrimas, porque lo importante no es qué nos pasa, sino APRENDER de eso, sacar buenas conclusiones, crecer, esforzarse para que se repita lo bueno, y que no vuelva a suceder lo no tan bueno. Estos 365 días me dejan muchas cosas, pero lo que más rescato: desafíos para enfrentar de acá en adelante, en un camino que mañana no será diferente al de hoy, sino que será el mismo, que deberé seguir transitando. Sin duda alguna, el 2011 fue un gran año.

Lógicamente, quiero decir un GRACIAS enorme a las personas que han estado al lado mío. Ellos saben quiénes son, porque seguramente han tenido que aguantarme en mi costado serio, delirante, discutidor, porfiado, renegado, mal llevado, cerrado, y todas aquellas partes que debo tener. Simplemente, GRACIAS por estar ahí, firmes, y por ser parte de mi camino, en la sonrisa y en la lágrima. Los quiero con TODO lo que soy.

Muy buena vida para todos, y un excelente 2012 lleno de descubrimientos y aprendizaje, nos seguimos leyendo :)